jueves, 12 de noviembre de 2015

Desear vivir en un sueño

Érase una vez, en un lugar muy lejano, una joven muy bonita de cabello dorado y ojos verdes llamada Lina. Vivía sola con su hermana mayor Mía porque sus padres murieron cuando aún era muy pequeña.
Mía cuidaba a Lina como si de verdad fuera su madre: le ayudaba con sus tareas, le enseñaba a hacer ricos pasteles, trabajaba para conseguir dinero y así tener para vivir y comer… pero lo que más le gustaba a Lina era que le leyera cuentos, cuentos de amor.
Un día, Mía conoció a un joven campesino, llamado Jake, que le ayudó a terminar su trabajo antes de tiempo y así permitirle regresar pronto a casa con su hermana menor. Pero Jake decidió ayudar a Mía todos los días y de esta manera se enamoraron.
Cuando Mía Y Jake decidieron casarse, Lina les preguntó que se sentía al estar enamorado y ellos le dijeron que era el sentimiento más bonito y noble que existía. Desde entonces Lina no dejó de pensar en el amor y por las noches soñaba siempre con un caballero de pelo castaño y ojos azules que montaba un bonito caballo blanco.
Desde que comenzaron los sueños, Lina no dejó de buscar por las calles, peguntaba a la gente si conocían al caballero de sus sueños e incluso llegó a hacer un retrato suyo por si algún día dejaba de soñar con él y así nunca olvidar su rostro.  
Era tal la obsesión por su amado que un día le dijo a Mía que era ella la que le iba a contar una historia de amor:
 “Había una vez una niña que soñaba con encontrar el amor, hasta que un día en un sueño, soñó con un joven que le robó el corazón. Desde ese día, el joven aparecía en todos los sueños de ella y por lo tanto la niña quería yacer en un eterno sueño…”
Pero mientras contaba la historia, Lina se quedó dormida y no se dio cuenta que Jake también había escuchado toda la historia. Entonces, Jake le dijo a Mía que era su Ángel de la Guarda y que le concedería el deseo que más quisiera.
Entonces Mía al darse cuenta de que la historia que le había contado Lina era real, le pidió a su Ángel de la Guarda que le dejara dormir para siempre y fuera feliz con su amado durante el resto de la eternidad.

           

Realizado por: Belén Pérez Trillo

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